DIARIO DE UN OCIOSO
sábado, 16 de septiembre de 2017
Asisto triste a una partida que sólo puede generar
perdedores. Los jugadores recurren a jugadas que, conjuntamente, llevan la
partida a una situación límite en la que el intercambio de piezas será inevitable.
Los dos jugadores lo saben desde el movimiento que, hace ya unos años, abrió la
partida. Pero no les importan las piezas pese a que ambos jugadores dicen que
juegan para ellas. Su sacrificio es parte del juego. Así ha sido siempre. Así
es también esta vez.
Por suerte o por desgracia, el trabajo no me deja demasiado
tiempo para reflexiones como esta. Y lo
que no es trabajo, es descanso absoluto. Una barbacoa en la fantástica casa de Silvia y
Jose (hecha en la mejor barbacoa que he visto nunca), alguna serie, un poco de
lectura…
Septiembre es mes de
fascículos. No suelo caer en sus cantos de sirena. Pero tener el Abbey Road remasterizado y
prensado en vinilo de 180 gr por 10 euros, era una oferta que no he podido
rechazar. No creo que compre los siguientes (me gustaría) ya que el precio se
irá incrementando. Voy a ponerlo ahora
mismo.
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