DIARIO DE UN
OCIOSO
Viernes, 7 de
julio de 2017
7 de julio. Cuando
acababa el primer encierro, solía llamarle para felicitarle por su cumpleaños.
Lo hacía y comentábamos el encierro y los planes que tenía para el día. Hoy no
he podido hacerlo. Y lo he echado mucho de menos.
Miércoles. Me
encuentro con Toni y con Roger en su barrio. El Quimet está cerrado y acabamos
en La Bodegueta. Alrededor de un barril que nos sirve de mesa surgen viejas
historias – alguna también nueva, que no sólo de nostalgia vivimos – y la misma
complicidad que tejimos trabajando juntos. Es agradable recuperar estos
momentos. Rematamos con “la que sobra” en el Samba Brasil. Llevado por la
nostalgia me pido una caipirinha. La nostalgia suele ser traicionera.
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