DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 29 de diciembre de
2016
Salgo de las celebraciones
familiares navideñas (Noche Buena, Navidad y Sant Esteve) en un
estado lamentable. A los tradicionales empachos, añado este año una
gripe generosa en síntomas y con una amplia dotación de dolores
variados.
La fuerza de la familia,
que también es la culpable de mi estado semi-comatoso, nos ha
ayudado en estas primeras navidades sin mi padre. Lo hemos echado de
menos, pero los buenos momentos han sido muchos y las risas no han
dejado espacio para otras emociones.
Ahora toca recuperar
fuerzas para afrontar una segunda tanda de celebraciones.
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