26 febrero 2016

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 25 de febrero de 2016

Visito el Mobile World Congress más por curiosidad que por necesidad. Organización impecable, dimensiones mastodónticas, más gente trabajando que paseando y colas en los stands que ofrecen chorradas gratis. Después de un largo paseo que sirve como toma de contacto, hago una parada técnica. Leo a Stefan Zweig que, en “El mundo de ayer”, testimonia un mundo en descomposición, una sociedad que se disuelve. Creo que, tras una nueva época de cierta estabilidad, vivimos un momento similar. Esa sociedad futura en la que nos hicieron creer ya no existe, nuestro mundo cambia a pasos agigantados y esos pasos no siempre nos llevan hacia un futuro mejor. Y es de nuevo la fe en un futuro mejor gracias a los avances tecnológicos lo que nos hace mirar únicamente hacia adelante. Algún día otro Stefan Zweig contará como era ese mundo que aún creemos que es de hoy pero que hace mucho que ya es de ayer.

Y, a parte de filosofar en la Meca de la tecnología, en estos últimos días he trabajado razonablemente, he comido con amigos para celebrar un cumpleaños (el de Quim), he cenado con la familia (volviendo después de muchos años a La Esquinica donde nada ha cambiado), he leido a Stefan Zweig (y algunos suplementos que tenía apilados en la mesa de la cocina ante la amenaza de desplome), he visto series (sobretodo “Shameless”) y he escuchado –y disfrutado – el “Domus” de Silvia Pérez Cruz.



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