DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 02 de enero de 2016
La última jornada laboral del 2015 se acaba más pronto de lo
habitual. Lo celebramos con María José en el Cañete. No es la primera vez que
despedimos un año aquí. El ambiente es tan bueno como la comida. Disfrutamos.
Y después, con amigos y en Graceland, lo volvemos a despedir
con abrazos y buenos deseos. 2015 no ha sido un año malo – como todos, ha
tenido sus momentos buenos y sus momentos malos- pero le decimos adiós con
alegría y con las esperanzas puestas en el nuevo periodo que iniciamos cargados
de buenos propósitos.
Y llega el primer día del año y, como cada año, sobrevivimos
con más pena que gloria a los excesos cometidos el día antes. Comemos mal y,
contra todo pronóstico y en vez de dormir, nos entregamos al primer maratón televisivo
del año. La segunda temporada de Fargo – fabulosa – cae a un ritmo endiablado.
Empiezo el año con pocos nuevos propósitos pero intentaré
escribir un poco más.
¡Que 2016 sea un buen año para todos!
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