DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 06 de octubre de 2015
Desde que abrió sus puertas, hace más de tres años, el Ocaña se ha
convertido en uno de mis bares en la zona centro de Barcelona. Tranquilo y
agradable por la tarde, es ideal para quedar con amigos o para leer un rato con
una cerveza fresca en la mano. Por la noche muda y saca su lado canalla,
divertido y vital. Ayer celebramos su aniversario homenajeando, una vez más, a
José Pérez Ocaña y con la banda municipal de Cantillana poniendo música al evento. Espero que sigan mucho tiempo con el espíritu lúdico que
les caracteriza. ¡Muchas felicidades!
Y de algo más que de bares va “El bar de las grandes
esperanzas” de J.R. Moehringer. Hay mucha verdad en esta autobiografía que se
lee como una novela. Manejando con maestría la
nostalgia, Moehringer consigue contar una historia con fragmentos de
vida que se entrelazan para construir un mosaico gigantesco que nos explica una
historia – verídica – de iniciación. Y, naturalmente, hay un bar, alcohol a
raudales, historias de bar, leyendas urbanas y locales, pequeñas miserias, cobardías
y momentos heroicos.
Una novela que emociona, divierte, hace pensar y arranca
sonrisas – y alguna carcajada -. Una de las novelas del año. No hay que
perdérsela.
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