24 septiembre 2015

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 24 de septiembre de 2015

Hay inicios de libros espectaculares. No voy a enumerarlos ahora ya que, pese a que hay unos cuantos inicios míticos que son incuestionables, cada uno tiene los suyos. Desde hace unos días estoy disfrutando mucho leyendo “El bar de las grandes esperanzas” de J.R. Moehringer y hoy me apetece compartir un arranque brillante (que anticipa lo mucho que el libro ofrece después):

“íbamos para todo lo que necesitábamos. Cuando teníamos sed, claro, y cuando teníamos hambre, y cuando estábamos muertos de cansancio. Íbamos cuando estábamos contentos, a celebrar, y cuando estábamos tristes, a quedarnos callados. Íbamos después de una boda, de un funeral, en busca de algo que nos calmara los nervios, y siempre antes, para armarnos de valor tomando un trago. Íbamos cuando no sabíamos qué necesitábamos, con la esperanza de que alguien nos lo dijera. Íbamos a buscar amor, o sexo, o líos, o a alguien que estuviera desaparecido, porque tarde o temprano todo el mundo se pasaba por allí. Íbamos, sobre todo, cuando queríamos que nos encontraran”
J.R. Moehringer
El bar de las grandes esperanzas


Una día de fiesta pone pausa a una semana laboral llena de montañas rusas. Antes, un fin de semana que queda ya muy lejos, nos sirvió para descansar. Unas fotos viejas sirvieron de excusa para pasar un rato agradable con Ramón en el patio de Graceland.

18 septiembre 2015

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 18 de septiembre de 2015

Después de una semana dura y demasiado larga, hoy, por fin, es viernes.
Me ha gustado mucho “Hombres buenos” de Arturo Perez Reverte. Jugando con realidad y ficción, historia y erudición, acción y reflexión, metaliteratura y toques de humor privados, “hombres buenos” nos anima a reflexionar sobre ese país posible que nunca se ha materializado pese a estar siempre a las puertas. Las mismas sombras oscuras que rodean a los “hombres buenos” del libro siguen hoy – siglos después -  vigentes y fuertes. La misma España, los mismos vicios, la misma aversión a la cultura, a la luz, a la razón… y pese a transmitir esa similitud entre el pasado y el presente, pese a mostrar que no hemos avanzado tanto como era de esperar, “Hombres buenos” es una novela luminosa y esperanzadora. Y es que la búsqueda del conocimiento siempre lo es.


Empezamos la temporada de las  “Graceland Underground Documentary Seasons” viendo “Dame Veneno” de Pedro Barbadillo. Buen documental, bien realizado, interesante y divertido. Al acabar decidimos hacernos del club de fans de Juan El Canas.

14 septiembre 2015

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 13 de septiembre de 2015

El 11 de septiembre de 1976, Sant Boi de Llobregat acogió la celebración de la primera “Diada” tras la muerte de Franco y años de prohibición. Casi cuarenta años después, celebramos el 11 de septiembre en Sant Boi de Llobregat asistiendo, dentro de la programación del Festival Altaveu, a un concierto en el que dos monstruos de la escena de la “Americana” comparten escenario. Howe Gelb y M. Ward no decepcionaron y nos regalaron algunos momentos que recordaremos todos los que tuvimos la suerte de estar allí (el “home cachet” i el “home deixat”, habituales de nuestros conciertos, fueron dos de ellos). Yo me quedo, entre otras maravillas, con la versión de M. Ward del “history of an artist” de Daniel Johnston o el “I get ideas”. Acabaron el concierto por Leonard Cohen dejándonos una sonrisa en la boca y ganas de mucho más.

Antes tuvimos que buscar un sitio para cenar y, en terreno desconocido, nos apoyamos en Tripadvisor que nos llevó de la mano hasta la Braseria Nicasio (Lluís Castells, 1. Sant Boi de Llobregat. Teléfono: 618784419). Nos sentamos en una de las cuatro mesas disponibles y, desde el primer minuto, nos atrapó el ambiente familiar y la amabilidad con la que nos tratan. La especialidad de la casa es la carne a la brasa y el restaurante un motivo para volver a Sant Boi (aunque no haya concierto).


El largo fin de semana también nos llevó hasta Cabrils para celebrar – con familia y muchos niños – el cuarenta cumpleaños de Cesc. De vuelta en casa dejamos pasar las últimas horas del fin de semana con cierta incredulidad ante la vuelta al trabajo que nos amenaza mañana.

09 septiembre 2015

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 9 de septiembre de 2015

Días de trabajo, de lectura y de ocio rebajado. Es difícil volver a las malas rutinas tras una estancia en el paraíso.

En estos días he acabado de leer “Zona Caliente”. El libro de Richard Preston es un docu-reality en torno al virus del Ébola. Por suerte no lo había leído cuando el gobierno español decidió irresponsablemente traer a un enfermo terminal a nuestro país sin la preparación previa necesaria de los equipos médicos. Leído el libro de Preston – que, por otro lado, es muy entretenido e instructivo – te das cuenta que, pese a todo, tuvimos suerte.

También he leído “Un soplo de aire fresco” de Don Winslow. El libro – un best seller entretenido, una buena novela negra – es el primero de la serie protagonizada por Neal Carey. Caerá el segundo.

Llevamos diez años viviendo en Graceland. Los objetos – útiles e inútiles - que trajimos con nosotros, se han multiplicado. Ha llegado el momento de eliminar trastos, de regalar, vender o tirar. Dedicamos parte del fin de semana a empezar con esta necesaria tarea que nos ocupará durante todo el año. Aprovechamos también el descanso semanal para celebrar el cumpleaños de Laura con Víctor, Albert, Jordi P. y María. Esta cena se ha convertido en el tradicional reencuentro después de las vacaciones.

En el Poliorama veo “André y Dorine”, un emocionante relato sobre la vida de la mano de Kulunka Teatro. Teatro gestual, tres actores (geniales los tres: José Dault, Garbiñe Insausti y Edu Cárcamo), una escenografía sencilla que funciona perfectamente, música de Yayo Cáceres, el alzheimer como telón de fondo de un pedazo de vida (o de muchos pedazos contenidos en dos vidas) y mucha emotividad. Un excelente inicio de temporada... una buena razón para ir al teatro... sólo hasta el día 19 de septiembre.

Y a parte de estas pocas alegrías, del primer constipado de la temporada y de las alegres mañanas en el gimnasio... poco más puedo contar.


02 septiembre 2015

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 2 de septiembre de 2015

No es lo mismo.

No es igual de placentero ver amanecer desde la playa que hacerlo mientras te rompes por dentro en el gimnasio. No es más agradable desayunar en el patio de Graceland, mientras los mosquitos se ceban en tu sudado cuerpo, que hacerlo en el balcón de S’Agaro. Me gusta más ir con las ventanas abiertas – y disfrutando de la brisa – hasta la playa, que compartir andén y vagón, calor y frío, con un montón de caras malhumoradas.

Tengo la creencia, quizá infundada, que es mejor estar tumbado en la playa que sentado en una silla delante del ordenador mientras el teléfono no deja de sonar. Prefiero las cenas con amigos – abundantes en delicias gastronómicas, ricas en risas y generosas con el alcohol – a las magras cenas postvacacionales en las que hay que someter el cuerpo a privaciones para devolverlo a los límites de los que no debería haber salido. Echo de menos las largas sobremesas, trasnochar y no preocuparme por el día de mañana.


Llevo dos semanas aquí. Quedan unas 46 para las próximas vacaciones.