DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 09 de junio de 2015
Viernes. Recogemos a Núria y salimos con destino a Cadaqués.
Cuando llegamos Jordi y Pikiko están liados montando la litera imprescindible
para que la casa pueda acoger este fin de semana a cinco adultos, tres niños y
un perro. Una vez montada, bajamos a cenar a La Gritta, una pizzería que sabe a
verano y a vacaciones. La sensación de
desconexión es inmediata… y sólo es viernes.
Sábado. Me despierto pronto y salgo a pasear con Cass.
Bajamos hasta la playa, compro el pan para el desayuno e intento comprar los
periódicos (todavía no han llegado). De vuelta a casa desayunamos en familia
(cereales, galletas, bocadillos, leche con colacao… caos…) y nos vamos a la
playa. La Cala Guillola está escondida entre bosques. Hoy hay poca gente y se
está muy bien. Agua fría y una Cass sobreprotectora hacen difícil el baño.
Núria nos prepara un arroz de traca y, tras la siesta,
salimos a pasear. Volvemos con los nervios previos a la final de la Champions
League a flor de piel y nos sentamos ante la tele media hora antes de que
empiece el partido. El Barça gana y cierra una temporada histórica que me ha
hecho disfrutar mucho del futbol. Lo celebramos como la ocasión merece.
Domingo. Hoy hay que comprar los periódicos aunque tarden en
llegar. Paseo con Cass por la playa haciendo tiempo hasta que llega la
furgoneta. Desayuno caótico, playa (hoy sin Cass que se ha escondido a la hora
de salir), comida familiar, siesta y vuelta a casa.
Ha sido un fin de semana fantástico. Desconexión, descanso,
alegría, fiesta, comida buena, mucha cerveza, poca lectura, playa, mucho sol,
muchísimo Barça…Vacaciones, gracias por todo.
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