16 noviembre 2014

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 16 de noviembre de 2014

Desde aquella primera visita de aventura y descubrimiento – entonces se llamaba “Los Santos Lugares” -, he pasado muchas horas en el Sidecar. La sala de conciertos de la Plaça Reial ha sido – y, por suerte, lo sigue siendo – uno de los referentes de la música en vivo en Barcelona. Son muchos los conciertos que he vivido en ese estrecho sótano donde el rock se vive de cerca y con más intensidad que en otras salas mejor preparadas técnicamente. Por eso he disfrutado especialmente de “De la Vanguardia al Sidecar” la exposición con la que la Fundación Setba sigue recuperando la memoria histórica de la Plaça Reial.

El local que el Sidecar ocupa desde 1984 fue la primera redacción y talleres del periódico La Vanguardia y – ya en los años 60 – fue el bar Texas, uno de los muchos puertos en los que los marinos de la Sexta Flota recalaban en sus estancias en Barcelona. La exposición recupera esta historia con fotografías, documentos y objetos (la puerta del camerino, sacada de contexto, se convierte en una pequeña obra de arte cargada de contenido histórico).  La exposición continúa en muchos locales de la plaza con obras de arte basadas en portadas de La Vanguardia o en canciones que han sonado en el Sidecar. Merece la pena visitar la exposición y rematarla en uno – o en varios – de los locales de la plaza. Dejándose llevar por la nostalgia o redescubriendo una plaza que, pese al paso del tiempo y a la presión turística que vive nuestra ciudad, sigue estando llena de vida, de historia y de historias cotidianas.

Sábado por la mañana. Tras perdernos varias veces, dejarnos engañar por el navegador del móvil y escoger siempre la opción incorrecta, llegamos a Mas Rodó. Entre las viñas – ocres, verdes  y dorados se alternan en un espectáculo impactante – resuena la música de Star Wars y a lo lejos llega Darth Vader  rodeado de tropas de asalto. Cristina ha organizado un encuentro de Star Wars Catalunya entre las viñas de Mas Rodó y, cediendo a nuestro friquismo y considerando que cualquier excusa es buena para disfrutar del paisaje y de los vinos de Mas Rodó, no nos lo hemos querido perder.



Con algo de miedo, los niños (y muchos adultos) se hacen fotos junto a Darth Vader.  Aprovecho para volver a probar el sensacional Macabeo (mejor vino del Penedés en el 2013) y el Riesling.



De vuelta a casa paramos para comer en Els Lledoners (Sant Quintí de Mediona). Comemos tan bien como en nuestra primera visita y volvemos a casa para regalarnos una larga siesta y una buena sesión de series (con episodios de Fargo y Gotham) y una película, “La boda de mi mejor amiga”, que me hace reír mucho.

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