03 noviembre 2014

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 03 de noviembre de 2014

Con las fuerzas mermadas tras una barbacoa – con Mariona y María José – me enfrento a la última jornada del Primavera Club. Empezamos con Opatov y seguimos con Muñeco. Ambos suenan bien pero tanta psicodelia – en diferentes formatos - no puede ser buena para el cuerpo. Me recupero del tripi musical con el pop de Alvvays. Empezaron mal - con una sonorización de las voces terrible - pero poco a poco fueron remontando. Buenos temas que brillan cuando juegan con las voces. Habrá que seguirlos.

Alvvays
El mejor concierto del día viene de la mano de otros canadienses. Ought suenan potentes y su front man – Tim beeler – es todo un espectáculo: dominio de la voz, de los tempos, de la escena… todo un descubrimiento para cerrar un festival que ha servido para pasarlo bien y descubrir nuevas bandas que tendrán mucho que contar – o no – en el futuro. 

Me alegro del regreso del Primavera Club. Estoy contento con este “back to the basics” que ha simplificado el cartel y ha alejado a las multitudes ávidas de grandes nombres. También ha sido un acierto la incorporación del Teatre Principal – Sala El Latino.


En el metro, de vuelta a casa, Jordi P. y yo comentamos lo cansados que estamos tras tres días de conciertos… demasiado viejos para el rock’n’roll.

Ought

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