DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 21 de marzo de 2014
Un día, cenando, les comenté a Maru y
Isi que creía que jamás había leído a un autor venezolano.
Dispuestos a solucionar esta disfunción literaria, hace poco me
regalaron “Memorias de Altagracia” de Salvador Garmendia que se
ha convertido en mi primera lectura venezolana. “Memorias de
Altagracia” es un libro de relatos cortos que – conjuntamente –
reconstruyen la memoria sentimental de un barrio de Barquismeto.
Cercano al realismo mágico en algunos pasajes, historicista en
otros, mantiene siempre una poética evocadora que mediante la unión
de diferentes piezas reconstruye un paisaje que va más allá de un
tiempo concreto. Recuerdos vividos y recuerdos soñados, mitos,
historias, leyendas y visiones se entremezclan para crear un universo
complejo encajado en varias calles. Pero “Memorias de Altagracia”
no es un libro de relatos cortos, los diversos relatos forman parte
de un todo y reconstruyen el pasado emocional de un pueblo. Me gustó
leerlo, muchas gracias.
El Ayuntamiento de Barcelona ha
distinguido a Romà con la “Medalla d'Or de Barcelona”, su máxima
distinción. Ayer, en un acto solemne, Romà recibía la merecida
distinción y fuimos muchos los que quisimos acompañarlo. En un
escenario que suele ser para mi de trabajo, pude disfrutar de una
jornada familiar que resultó ser mucho más gratificante de lo que
suelen ser estos actos. Felicitats Romà!
Y hoy, por fin, es viernes.
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