DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 17 de febrero de 2014
Últimamente no acabo de tener claro si
los fines de semana son para descansar o si, por el contrario, las
semanas laborales sirven para descansar de unos fines de semana con una agenda
apretada.
Por suerte, la apretada agenda suele
estar trufada de encuentros y reuniones que cargan las pilas. Las
últimas un invento raro (pero divertido) – regalos post-navideños
en febrero – de mi familia, una cena deliciosa (atún con
aceitunas) en casa de Jordi R y Núria y la ya tradicional (tras dos
años ya es toda una tradición ineludible) calçotada en casa de
Antonia y Víctor Mans Blaves.
Poco rato para descansar, pero buenas
sensaciones. Las mismas que han despertado un mensaje lanzado al aire
y que ha sido recogido con interés por parte de muchos amigos. Como
decía el expresidente del Barça Joan Laporta – nunca pensé que
aparecería citado en este diario - : “¡Qué no estamos tan mal,
hombre!”.
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