19 abril 2013


DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 19 de abril de 2013

Este diario empieza a ser veterano y los, cada vez más habituales, periodos de dejadez son cíclicos, pero siempre surge algo que hace que vuelvan las ganas de escribir, de contar y de contagiar entusiasmo. A veces es un hecho cotidiano, otras algo que sorprende y que quiero contar... esta vez una lectura.

He empezado a leer – las lecturas anteriores que hice de él fueron obligadas e incompletas - “El quadern gris” de Josep Pla en la excelente edición de Narcís Garolera. Leer un dietario siempre es inspirador – esto es lo que debería ser este Diario de un Ocioso -, pero leer a Pla es todavía mejor. Su prosa contagia ganas de contar y de hacerlo bien. No se cuanto durará el impulso... pero ya ha llegado.

Antes de sumergirme en Pla, tuve esa inmensa suerte que supone descubrir a un autor que quieres que te acompañe – con muchas entregas de su talento, a poder ser – el resto de tu vida. Donald Ray Pollock y su “El diablo a todas horas” me han fascinado. No tardarán en hacer la película (pocos libros son tan cinematográficos como este) pero antes de ir a verla, hay que dejarse llevar por esa prosa – simple en apariencia, riquísima en matices – que guarda ecos de Cormac McCarthy y aromas de John Steinbeck.

En mi pueblo hacen un festival de cine (la primavera cinematográfica) modesto. Siete días, siete películas y sólo diez euros el abono. No he visto ninguna de las películas del festival, así que ayer empecé con “The Perks of Being a Wallflower”, un prometedor principio para una semana que se adivina con más cine que el resto del año.

En el CaixaForum visito la exposición dedicada a George Melies. Montaje impecable y contenido interesantísimo. Una excelente exposición.

Y la semana pasada fue una semana de celebraciones. Graceland se llenó de amigos y familia para celebrar el cumpleaños de María José y, de paso, el de mi madre y mi hermana (el pastel lucía unas un 151 que hace reir).

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