08 septiembre 2012


DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 08 de septiembre de 2012


La sensación de vacaciones se diluye a la misma velocidad que desaparece el poco color adquirido en la piel durante ellas. La rutina ocupa mis días y al ocio le cuesta cada vez más hacerse un hueco en mi agenda.

Pese a eso sobrevivo gracias a comidas con los amigos en el patio de Graceland, buenos ratos con María José, lecturas, una adicción creciente a Apalabrados, la recuperación de nuestras cenas con Albert, Esther, Marta i Joan María tras el paréntesis veraniego, buena música (he abandonado los informativos matinales para volver a Rne 3 y estoy recuperando mis viejas cintas grabadas) y mucha paciencia.

El ambiente de crispación, las malas noticias económicas y la falta de compromiso, hondura y empatía de nuestros políticos (no importa el color, no hay ni uno que de muestras de estar por encima de los demás en decencia y vergüenza) no ayudan. Nos toca a cada uno estar por encima del punto en el que la situación nos coloca, hay que intentarlo.

Y por fin llega el fin de semana. Joana y Lidu han venido de visita. Cenamos biquinis quemados, vamos de visita al Acuario, haciendo el turista caminamos (aunque a Joana no le gusta) por el centro de Barcelona y comemos pollo a l’ast en el patio de Graceland. Y ahora, mientras las tres cosen en el patio, escucho a Buddy Holly e intento poner al día este diario. Siento teneros tan abandonados, buen fin de semana.

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