17 julio 2012


DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 17 de julio de 2012

A pocos días de Navidad - y debido a un incremento de obligaciones laborales - me vi obligado a dejar las clases de inglés. La mochila, preparada para volver a clase, se quedo esperando debajo de la mesa. Meses después se acabó el curso, pero la mochila continuó en su rincón. Hoy me he decidido a deshacerla. Este es su contenido: un bolígrafo que no funciona, un rotulador azul, un lápiz Staedler Nr. 120-4, dos puntos de libro, un lápiz retráctil, un pequeño boli Bic sin carga,  un buen montón de folios con ejercicios, los tres libros de clase, una libreta - tamaño cuartilla  y de cuadros- prácticamente acabada, cuatro paños para limpiar las gafas, una cinta color rosa, una foto de María José con dedicatoria, unos cascos, el boli de los astronautas (que funciona perfectamente lo que demuestra que la mochila no ha sufrido condiciones extremas), un pen-drive de capacidad ínfima, una lupa con luz, una aspirina (efervescente), media goma de borrar (no se ve la marca) y dos botellitas de Viscofresh 0'5% (probablemente usadas). Podría tirar la mayoría de estas cosas a la basura ya que no las he echado de menos, pero se que no lo haré (y además hay cosas imprescindibles como el boli de los astronautas, la foto de María José y la cinta color rosa que nunca ha tenido una función determinada).

Y ahora otro listado. Cosas que he hecho desde el último escrito en este Diario: ver series con María José, trabajar, desayunar en el patio de Graceland, leer el 1Q84, ir a un concierto de Odio París en el fantástico Petit Format (tenía que tocar Lorena Alvarez y su banda municipal pero se puso enferma), comprar en un mercado de Hospitalet por internet a través de Hospifresc, cenar en el Mug, dejar que me corten el pelo, ir a la clínica para conocer a Albert, robar el espectacular ramo de flores que Albert tenía en su puerta, hacer una barbacoa con María José, Mariona y Toni, pillar una taja polaca, volver a trabajar, pelearme con la que - dentro de unos meses - dejará de ser mi compañía telefónica, leer unos cuantos Asterix... y algunas cosas más.


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