DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 24 de marzo de 2012
Esta semana, el fútbol no ha sido capaz de generar la
habitual dosis de endorfinas. Su beneficiosa contribución a mi bienestar ha
tenido que ser substituida por buenos momentos en buena compañía y otros generadores
de felicidad. El fútbol es un juego y, aunque disguste, no siempre es posible
ganar. Después de una mala semana de resultados, hoy me voy a dormir convencido
de que volveré a disfrutar del mejor fútbol del mundo, de ese juego que me ha
hecho reír en más de una ocasión. Se que pronto volveremos a reír y ya lo
espero.
Por el contrario, el periodismo deportivo, se mueve entre
dos corrientes igualmente lamentables: un maniqueísmo exacerbado y simplista y
la aplicación de técnicas de la peor prensa del corazón a la información sobre
deportes. Por suerte hay excepciones: Panenka es una revista fantástica y su
artículo sobre el Real Titánico de Laviana es una de esas delicias que me han
reconciliado con una profesión que no siempre es capaz de dar sus mejores
frutos. El blog de Alex Pareja también está en la misma línea que la revista.
Dejemos el fútbol de lado. Estos días que he estado sin
escribir han dado para mucho trabajo y un poco de ocio: una comida en el Cañete
con Toni, una cena en el Picatta - creo que se llamaba así - con Marta, Albert,
Esther y María José -, una doble fiesta de cumpleaños - 90 han cumplido entre
Marta y Joan María - con muchos amigos, una tarde de teatro en el TNC (vimos
una muy convincente "Rei i Senyor" de Josep Pous i Pagès, con una
buena dirección de Toni Casares i un excelente reparto - en el que destacan
Lluís Soler, Quimet Pla, Sara Espígul y Pep Cruz-) y esos pequeños placeres
cotidianos que, si se saben disfrutar, son muy grandes.
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