08 octubre 2011


DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 08 de octubre de 2011


Dos semanas de silencio. No es habitual y se debe a un exceso de trabajo no falto de buenos momentos. Desde que escribí la última crónica, no he parado de trabajar y hoy, pese a este momento sentado delante del ordenador, no será una excepción.

El lunes regreso a una cierta normalidad. Echo de menos tener tiempo para perderlo y poder leer con más calma.

Hace unas semanas, en el Babelia de El País, Carlos Fuentes hablaba de la literatura latinoamericana y nos dejaba, de regalo, una lista con su canon del siglo XX. Revisando la biblioteca de Graceland, encontré dos novelas que debía leer. No había leído Los Pasos Perdidos de Alejo Carpentier y me gustó mucho. Aproveché también para releer Pedro Paramo de Juan Rulfo. Entre uno y otro, me di un viaje por el norte (no demasiado al norte geográficamente) para leer No es país para viejos de Cormac McCarthy y, pese a tener muy fresca la película, me encantó volverme a encontrar con la prosa precisa de este gran novelista.

Hora de dejarlo por hoy. Me espera un largo día de trabajo.

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