03 abril 2011

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 2 de abril de 2011


Escribo desde el tren. A mi izquierda, el mar y, a mi derecha, María José durmiendo... es agradable. Escucho el nuevo disco de los Manel y a Los Enemigos, leo el periódico y escribo. Otra semana que ha pasado como un suspiro sin que nuestro cansancio nos permita darnos cuenta. El cambio de horario lo hace más fácil. Empezamos el día levantándonos pronto y encontrando en las mañanas - desayuno y un buen rato compartido - uno de los momentos de calidad del día. Cuando llego al trabajo me suelen recibir las campanas de una iglesia cercana, empieza la larga - unos días más que otros - jornada laboral (por suerte sigo pasándolo muy bien). A mediodía los dos - el día que el trabajo lo permite - nos encontramos en Graceland para comer. Esta semana - "Here comes the sun" - en el patio, todo un lujo. Da pereza dejar este pequeño paraíso y volver a entregarse al trabajo donde dejaremos las pocas fuerzas que nos quedan. El tercer momento de calidad del día, llega por la noche: cena, repaso del día, quizás un poco de tele (series, a poder ser y entre semana, cortas)y un rato de lectura hasta que el sueño nos vence. Por el camino también ha habido tiempo para pasear o jugar con Cass, intentar que la mugre no entierre Graceland - y a nosotros con ella - y hacer que las telarañas no se eternicen en la nevera.

No sería justo que - harto del papanatismo del que algunos medios hacen gala con los Manel - no hablara de su segundo disco "10 milles per veure una bona armadura". Como muchos, cada vez somos más, estoy cansado de escuchar como - por amiguismo, por un localismo irracional que nos empequeñece, por un posicionamiento "cool"...- se analizan, como si estuviéramos ante los artistas más grandes de la historia de la humanidad, las virtudes de una banda que tiene muchísimas. Me gustan Manel pero la atención exagerada de algunos periodistas - normalmente sin conocimientos ni un particular interés musical - hacia el nuevo disco de los Manel me provoca una reacción negativa. Por eso he dicho que sería injusto no hablar de "10 milles" ya que me parece un disco todavía mejor que "Els millors professors europeus". En su segundo disco, las promesas que se adivinaban, las posibilidades que se apuntaban, se han convertido en realidades. Sin caer en la fácil tentación de repetir la fórmula que les dio un merecidísimo éxito, Manel se han lanzado a seguir buscando, a seguir proponiendo y a seguir acertando.
Sería muy injusto que alguien se perdiera "10 milles" por el hartazgo y el cansancio que provoca la atención desmesurada ante cualquier fenómeno. Las cosas se han de medir en su justa medida y no aisladamente sin tener en cuenta el entorno global en el que estamos inmersos. También sería un error perderse este disco por una simple cuestión de lenguaje (las canciones de Manel son en catalán), ya que este no suele ser un obstáculo a la hora de consumir música en otros idiomas.
"10 milles per verure una bona armadura" es una evolución, un paso adelante valiente que hay que escuchar muchas veces y disfrutar. Manel no son los gigantes supremos que algunos nos quieren vender, pero son muy grandes y su segundo disco lo demuestra.

Acabamos de dejar atrás Tarragona. María José aún duerme - parece contenta - y Castelló - que está celebrando su fiesta mayor - nos espera.

Feliz fin de semana a todos y Magdalena, festa plena!.

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