23 junio 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 23 de junio de 2010


Llevaba meses amargándonos la vida. Y, el lunes, decidí que había llegado el momento de solucionar nuestras diferencias de una vez por todas. Uno de los dos tenía que ganar. Me puse manos a la obra y ataqué con todas mis fuerzas al desagüe de la cocina. Tres horas después – con algunos avances por mi parte, al menos en suciedad personal – la batalla seguía en tablas y, entonces, estornudé... y algo en mi espalda hizo click y decidió la batalla a favor del desagüe. Había llegado el momento de tomar decisiones drásticas... y llamé a un profesional que en pocos minutos solucionó el atasco y me ayudó a ganar la guerra. Bueno, de hecho y siendo sincero, la ganó el solito.

Si lo hubiera llamado el primer día que vimos que el desagüe no tragaba lo que tenía estipulado por contrato, hubiera pagado lo mismo y me hubiera ahorrado: meses de ir con cuidado al abrir el grifo de la cocina, tres horas de trabajo nada satisfactorio y muy sucio, un dolor en la espalda que desde el lunes ha limitado mi movilidad y más de un disgusto. Queda apuntado para la próxima vez.

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