01 junio 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 01 de junio de 2010


Desde hace unos años, los ordenadores se han convertido en una parte inseparable de nosotros. Los utilizamos para trabajar y ocupan una parte importante de nuestro tiempo de ocio. Por ellos – y por los diferentes soportes de almacenamiento que a lo largo de los años hemos ido utilizando – van pasando miles de datos. Son tantos que aunque la memoria del ordenador sea capaz de procesarlos, nuestra mente tiende a olvidar donde están almacenados e incluso su existencia.

En el año 2004 hice una pequeña web para recordar una emisora de Radio que montamos, hace muchos años, con unos cuantos amigos. El otro día, empujado por la nostalgia, se me ocurrió buscarla y descubrí que había desaparecido (estaba colgada en Geocities y, cuando el servicio desapareció de la red, la página desapareció con él). Busqué en el ordenador y en el disco duro en el que creía que guardaba todos los archivos que he utilizado y no fui capaz de encontrar el mínimo rastro de la web.

Entonces recordé que no siempre había tenido este ordenador y que lo de los discos duros externos es relativamente reciente. Era el momento de empezar a buscar en las catacumbas... y después de examinar decenas de CD’s llenos de información inútil, juegos olvidados y sorpresas agradables... encontré una versión de la web (que espero fuera la definitiva). Y ya vuelve a estar colgada.

Lo que es una anécdota me ha hecho reflexionar sobre esa información que esta olvidada en diferentes CD’s (la de los disquetes creo que la daré por perdida...pero nunca se sabe)... algún día tendré que recuperarla y archivarla de manera que me sea fácil recordarla (por si la necesito) y acceder a ella. Ya tengo más trabajo inútil (o quizá no tanto) que hacer.

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