21 mayo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 21 de mayo de 2010


Pongo Primavera Sound radio – siempre es necesario ambientarse para hacer este tipo de arduas tareas - y, horario en mano, intento trazar mi recorrido ideal por los diversos escenarios del Primavera Sound. Rápidamente me doy cuenta de dos cosas fundamentales: no podré verlo todo y, sobretodo, no llegaré a todos los objetivos que me marque. Porque, sinceridad ante todo, los conciertos que empiezan más allá de las 3:00 de la mañana son, para mí, una utopía (nota: he puesto las tres de la mañana por no marcar una hora más temprana y, por lo tanto, más vergonzante... pero seguramente mis fuerzas me abandonarán mucho antes de la hora estigmatizada como límite).
Llevo un rato estudiando las muchas posibilidades y, a parte de guardar un salvaje resentimiento hacia la tipa que pone su voz a las cuñas que intercalan entre canciones (quizá no sea culpa suya pero, ante la abusiva repetición de cuñas, he pasado, de la crítica irónica, a la despiadada ridiculización), empiezo a vislumbrar un recorrido coherente.
Si todo va bien no podré ver a Grizzly Bear (me hubiera encantado), ni a So Cow (me lo pasé muy bien en su concierto del Primavera Club del año pasado), ni a Klaus & Kinski (pero tocan en mi pueblo el mes que viene), ni a Mission of Burma, ni a Polvo, ni a Mujeres... y tendré que escoger entre ver el final de The New Pornographers o ver a Low interpretando “The Great Destroyer”... pero el resto de conciertos que quería ver – más de 25 – tengo la oportunidad de disfrutarlos... ahora sólo queda esperar que las fuerzas lleguen.

Queda menos de una semana, hoy es viernes y apetece disfrutar de la primavera.

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