14 mayo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 14 de mayo de 2010


El sol, esquivo, sigue sin querer regalarnos una primavera de terrazas. Aprovecho para hacer reuniones de futuros trabajos, visitas a exposiciones, nuevos cursillos de dudosa utilidad y visionados enfermizos de series.

Las nuevas series que ocupan nuestro tiempo son Flash Forward (que parte de una muy buena idea, que me da miedo que alarguen como un chicle) y la imprescindible Generation Kill.Generation Kill
Generation Kill es la mejor serie bélica que jamás he visto. A medio camino entre la serie dramática y el documental, Generation Kill está basada en un libro del periodista Evan Wright, que acompañó a los marines en la guerra de Irak. La serie ha sido adaptada por Daniel Simon (The Wire) y Ed Burns. El día a día de una unidad de reconocimiento nos muestra el lado más crudo de la guerra. En Generation Kill no encontrarás acciones heroicas y tampoco hay una lucha maniquea entre los malos – un enemigo que apenas aparece – y los buenos a los que la cinematografía nos tiene acostumbrados. La galería de personajes – llena de héroes y villanos, de locos y cuerdos, de mediocres y profesionales – es un reflejo de cualquier grupo humano y está retratada con un realismo que duele. El hartazgo de una guerra inútil les llega a todos los protagonistas a la vez que al espectador. El resultado son siete capítulos – es una serie corta – que dejan un regusto deliciosamente agrio. Una de las mejores series que he tenido la suerte de ver.

También he aprovechado para ver, en la Pedrera, la exposición “Fortuny, el alquimista de Venecia”. Lo mejor, dos cuadros de Mariano Fortuny Marsal, padre de Mariano Fortuny Madrazo al que está dedicada la exposición, y la visión general que da de un personaje polifacético que destacó sobretodo como diseñador pero que también destacó en campos tan diferentes como la iluminación, la ingeniería textil, el teatro o la fotografía. Curiosa.

Y, además, hoy es viernes.

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