26 marzo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 26 de marzo de 2010


Son casi las 11 cuando llego a este escenario que, con una ingente aportación de dinero público, el Ayuntamiento de Barcelona ha montado al final de las Ramblas. Allí me encuentro con Jordi R. que ha comprado las entradas para ver, el que dicen que será, el concierto de despedida de La Banda Trapera del Río. Queda media hora para que empiece, tiempo para ponernos al día con una cervecita en el Bidasoa (que, exceptuando la omnipresente pantalla plana, sigue igual que en mi última, y muy lejana en el tiempo, visita).
Cuando volvemos a Las Ramblas aún no han abierto puertas y el público que se ha congregado – está todo vendido – promete una noche distinta. Hay de todo: viejos (y no es una imagen retórica) seguidores del grupo, punks de nueva y (pocos) de vieja generación, algún rocker, gente muy joven, funcionarios del Ayuntamiento con entrada gratuita que no saben lo que han venido a ver... y muchas ganas de fiesta.
Entramos, nos hacemos con una cerveza y cogemos posiciones. Flowers nos mira desde el escenario. Espero que hoy no se desnude (la última vez que vi a La Banda Trapera – y por desgracia (es una imagen que no se me borrará jamás de las retinas) – lo hizo)... pero a la vez también deseo que hoy pase algo... así siempre ha sido con La Banda Trapera.
A las 12 (ya hace media hora que tendría que haber empezado el concierto) alguien sube al escenario y pide por la mujer de Morfi (el nudo de la corbata, supongo) y poco después sale Flowers para hacer una pre-presentación tan corta como prescindible. Tras él, aparece el presentador. Raf Pulido (batería original del grupo) se debate entre la vida y la muerte. A él está dedicado el concierto de hoy. Junto a Morfi Grei estarán Jordi El Subidas (quizá el bajista que más tiempo ha estado con la banda), Raúl Pulido y Fosy a las guitarras y un batería substituto.
Y por fin, con “Ciutat Podrida”, empieza el concierto. El sonido no es bueno, pero si la entrega, la actitud y las ganas de hacer que el público se lo pase bien. Me río, me emociono, recuerdo viejos tiempos y salgo, tras un bis con “La Regla” con la sensación de haber pasado una buena noche.
No sé si realmente este será el adiós definitivo de La Banda Trapera, lo que si que sé es que, hace ya muchos años, son unos clásicos de nuestro rock.

Me despido de Jordi, queda un largo camino hasta casa que empieza con una remontada de Las Ramblas sorteando lateros.

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