01 marzo 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 01 de marzo de 2010


Una vez al año Lidu viene a casa para pasar el fin de semana con María José. Este año, con resfriados y toses, se les ha hecho muy corto. A mí me dejan participar a las horas de comer: una cena en el Osaka y una comida en casa que no pudo ser en el patio pero que fue muy agradable.

El resto del tiempo lo dedico a escribir un poco, a preparar música para el coche y a jugar con las máquinas.

El otro día, al escribir sobre palomitas, me di cuenta de que he abandonado algunas secciones de este diario, recupero hoy una sección injustamente olvidada:

DISCOS VIEJOS que hace tiempo escuché (XVI)
El Último de la Fila. Todo un Hombrecito – Insurrección
Flexi incluido en la revista Ruta 66 (nº9 julio-agosto 1986)


flexi el último de la filaNo sé como pasó. De repente tenía en mis manos una revista musical de la que nunca había oído hablar llena de grupos desconocidos para mí, todo un nuevo universo que explorar. Y poco después ya estaba enganchado, por suerte o por desgracia, para siempre. Incluso al ver que en el número anterior habían regalado un disco de El Último de la Fila, decidí acercarme a la redacción de la revista y hacerme con él. Eran otros tiempos.
El disco en cuestión era un flexi (un artefacto infecto hecho de plástico de poca calidad, pero que visto ahora - con la pátina de tolerancia que da el tiempo- tiene su gracia) con dos temas de El Último de la fila: “Todo un hombrecito” y el fabuloso “Insurrección”. Sólo dos temas; suena extraña esa pasión por conseguir un disco con dos temas en un tiempo en el que con un sólo click accedemos a miles de temas. Algo han hecho mal en la industria del disco para haber dilapidado esa ilusión con la que los aficionados a la música la perseguíamos.

Pero volvamos al disco: el Flexi se puede doblar, enrollar, tirar al suelo... pero se sigue escuchando... con poca calidad... pero se sigue escuchando.
Hoy lo he puesto otra vez (a 33 r.p.m pese a ser un single) y he disfrutado de los dos temas, pero sobretodo del objeto, de la nostalgia por un formato de bajo coste ya desaparecido y del placer que proporciona poner en marcha de nuevo el tocadiscos.

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