26 enero 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 23 de enero de 2010

CRONICAS MADRILEÑAS (II)


Nos levantamos pronto. Aquí amanece más tarde y todavía está oscuro. No obstante, la luz artificial nos deja ver el privilegiado paisaje que se extiende ante nuestra ventana: árboles, algún edificio lejano y una amplia calle muy concurrida.
Desayunamos en el hotel, junto a una ventana que nos empieza a enseñar la vida de la ciudad, y nos preparamos para una larga jornada.

El CaixaForum está a pocos metros de nuestro hotel. Caixaforum Madrid
Es la primera parada. El edificio, una antigua central eléctrica, es impresionante, tanto exterior como interiormente. Somos los primeros visitantes del día y nos movemos por un edificio que está despertando. No tenemos suerte con las exposiciones. “Maternidades” está muy bien montada pero me parece muy floja y la muestra de Hannah Collins, con tres videos y fotografías, requiere más tiempo que el que hoy le vamos a dedicar. Visitamos la cafetería, en el último piso y nos despedimos del CaixaForum y de su jardín vertical
Siguiente parada: Reina Sofía. Hace muchos años que no lo visito y hay muchísimas novedades desde la última vez. La colección permanente sigue siendo impresionante: hay mucho y casi todo es muy bueno.
También tenemos suerte con las exposiciones temporales. Sobretodo con “León Ferrari y Mira Schendel: El alfabeto enfurecido”. Las obras del argentino y la suizo-brasileña dialogan en una amplísima e interesantísima muestra. Ambos, sin un conocimiento previo, trabajan en terrenos vecinos y sus obras se cruzan, encuentran caminos paralelos o se alejan de un mismo punto por caminos opuestos. Muy interesante y muy completa.
Una cervecita en la casi espacial cafetería – una de las novedades que no estaban en mi última visita - nos permite recuperar fuerzas antes de seguir con nuestra visita por el edificio Nouvel (otra de las novedades para mí).

El metro nos acerca a Chueca donde callejeamos mirando tiendas mientras buscamos un sitio para comer. Aquí, en estas calles llenas de pequeños locales, me parece que Madrid y Barcelona se acercan. Al final acabamos haciendo un menú más que correcto en “el 26 de libertad” (libertad, 26 Madrid. Teléfono: 915222122).

Volvemos caminando al hotel y una larga siesta nos ayuda a reponer fuerzas.

Una vez reestablecidos decidimos ir al teatro. Compramos las entradas y vamos a cenar algo mientras esperamos la hora de la función. La Cervecería Alemana (Plaza Santa Ana, 6 Madrid. Teléfono: ) está muy llena pero milagrosamente encontramos una mesa junto a la ventana. Calamares (muy buenos), croquetas (flojas), albóndigas (o almóndigas según quien lo pronuncie), buena cerveza y un servicio increíblemente profesional.

Es hora de acercarse al Teatro Alcazar para ver “Ser o no ser”. La obra, una versión de Julio Salvatierra de la obra de Ernst Lubitsch, es floja pero el fabuloso guión salva los trastos y nos hace pasar un rato entretenido. Las críticas en La Guía del Ocio la ponen unanimemente (los críticos de la SER, la Razón, El Mundo y Guía del Ocio) como buena... pero no es lo que nos parece. Actuaciones de aliño (especialmente floja me parece Amparo Larrañaga que encabeza el cartel), una escenografía pobre, recursos teatrales de función de colegio (como una voz en off que nos sitúa temporalmente no sea que alguien se pierda) y una sensación final de obra poco trabajada. En ningún momento puedo olvidar el original al que la obra de teatro no consigue acercarse en ningún momento. Una lástima.

Nuevo paseo hasta el hotel. El día ha sido muy completo y estamos agotados.

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