02 enero 2010

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 02 de enero de 2010


Reemprendo mi relato después de un día de paréntesis en que toda actividad – física e intelectual – estuvo suspendida. Ayer, como es habitual cada año en esta señalada fecha, nuestro estado fue similar al de la hibernación los astronautas de las películas ambientadas en esa – entonces – fabulosa y lejana fecha que hoy empezamos a vivir (lo de ayer, repito, no fue vivir).

Y la culpa de todo lo tiene la habitual celebración de fin de año en Graceland.Jordi brinda por todos vosotros, el resto de la foto ha sido censurado
Como siempre rodeados de amigos (esta vez fuimos 16: Víctor, Laura, Alberto, Consol, Clara, Jordi P, Olivia, Roberto, Martina, Quim, Carol, Toni, Elena, Leo – que no participó de la fiesta pero alegro sus prolegómenos con su lenguaje inventado y/o extraterrestre - María José y yo) y con muchas risas.
Este año tuvimos de todo: princesas bailarinas, uvas de pote, discusiones sobre que canal era el ideal para ver las uvas, buenas historias, risas y a Jordi – a esas horas ya un poco perjudicado - bebiendo güisqui en una huevera. Creo que eran las 5:30 cuando mi cuerpo dijo basta y tuvimos que acompañar a la puerta a los últimos (todos ellos hubieran querido continuar... pero yo ya no podía más).
Es bonito acabar y empezar el año rodeados de gente a la que queremos. Gracias por estar ahí.

Y volvemos a la realidad y ya es sábado. Hemos perdido un día pero las fuerzas vuelven a estar en su sitio.
En casa, el día de nochebuena, celebramos el amigo invisible y este año nos tocó – a María José o a mí, nunca está demasiado claro – a mi tío Hernán.ahí va Hernán... es una cuestión de fe
Decidimos regalarle un paseo en helicóptero por Barcelona. Hoy es el día y nos encontramos en el helipuerto para acompañarle. Por desgracia sólo lo acompañamos hasta la pista y no subimos con él. El vuelo es corto – unos diez minutos que se le pasan muy rápido – pero le gusta. Nos recomienda que lo hagamos... quizá algún día.

María José quiere comprar algún regalo. Subimos hasta Sarrià y acabamos en el Bar Tomás – con el trabajo ya hecho – haciéndonos unas bravas.

Vuelta a casa, paseo con Cass, Los Soprano y siesta de “baba”. El 2010 ha empezado, mucha suerte a todos.

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