17 marzo 2009

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 16 de marzo de 2009


El domingo transcurría placidamente. Desayuno en el patio – un poco abrigados pues aún no había llegado el sol -, un rato de plácida escritura, un momento de descanso al sol – que cada día ocupa durante más tiempo el patio de Graceland -, alguna partida a la máquina... en el futuro inmediato se adivinaba un estupendo aperitivo y otras delicias que los días primaverales siempre llevan de fábrica.

Y de repente todo se estropea. Llaman a la puerta y el presidente de la comunidad nos anima a armarnos de botas de agua y escobas para ayudar a recoger el desaguisado que ha provocado un escape. Ejercicio físico, oscuridad y agua no son el plan que habíamos hecho pero es lo único que tenemos. Hay que quedarse con la parte positiva, me pregunto por su naturaleza.

Al acabar, agotados y con la seguridad de que hemos establecido el germen de unas futuras agujetas, intentamos recuperar la rutina en el punto en el que fue interrumpida. Barbacoa en el patio, siesta reparadora y tarde de teatro.

En el TNC vemos “Antílops”, un texto de Henning Mankell dirigido por Magda Puyo. Antílops en el tnc
Y creo que es precisamente en la dirección donde la obra no acaba de cuajar. El texto es excelente, la escenografía acertada, los actores no son malos... pero la obra no acaba de funcionar. No es un problema de ritmo (lo tiene y no lo pierde) sino de enfoque, de tono, de punto de partida.
“Antilops” es una visión crítica sobre el papel del “buenismo” occidental en África, una patada a nuestras conciencias y al papel que realmente ocupa la cooperación europea en el continente africano. A parte del texto, la obra tiene grandes hallazgos visuales (la invisibilidad de los africanos es una de ellas).
Una lástima que este primer encuentro con un texto teatral de Mankell – es conocido como novelista pero desde hace muchos años escribe teatro y dirige un teatro en Maputo – no haya sido todo lo placentero que esperaba. Habrán – espero – más oportunidades.

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