19 diciembre 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 19 de diciembre de 2008


Desde hace unos años, Jordi P y yo, celebramos nuestra particular cena de navidad. El miércoles por la noche nos encontramos en el Positano (Consulat del mar, 15 Tel. 932687776), el restaurante italiano que ocupa el espacio que el Panyvino dejó vacío. Antipasto y un risotto buenísimo acompañan las primeras cervezas de la noche y una buena conversación.
Después de una buena comida llegan las – no menos tradicionales – copas en el Kan Kan y la que sobra en el Brigadun.

El día siguiente se convierte en un pequeño infierno en el que los sonidos y las luces son penitencias impuestas a los pecados cometidos durante la noche. La noticia de la desaparición - demasiado temprana, seguro que tenía mucho que regalarnos todavía - de Francisco Casavella no ayuda. Sus libros me han regalado muy buenos momentos y, quedándome sólo el último por leer, me apena saber que no volveré a encontrarme con nuevas obras de uno de mis escritores de cabecera (existen, son necesarios y más balsámicos de lo que puede parecer a algunos incrédulos).

Suavizan mi malestar dos regalos, uno inesperado y otro, aunque esperado, no menos grato. Paco – que a parte de compañero de trabajo es una fuente inagotable de conocimientos útiles e inútiles - me regala “Otros Colores” de Orhan Pamuk. Cuando acabe el libro que estoy leyendo me lanzaré a su lectura. Gracias.
El esperado regalo es el generoso lote con el que la dirección de Levi Pants nos obsequia cada año y que siempre se recibe con ilusión. Deseo que llegue la hora de la cena para empezar a disfrutar de ese queso que llena la despensa de Graceland con sus increíbles aromas.

He acabado “Todo lo que muere” de John Connolly.John Connolly. Todo lo que muere Negra, muy negra y – pese a eso – deliciosa. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto con una novela negra. “Todo lo que muere” es la primera novela protagonizada por el detective Charlie Parker y desde las primeras páginas consigue atraparte. Añado al escritor irlandés a mi lista de lecturas habituales y le doy una última oportunidad a Patricia Cornwell que – al lado de este gigante – ahora me parece todavía menor. Empiezo la lectura de “un ambiente extraño” y espero que mejore el nivel de las dos novelas anteriores de Patricia Cornwell.

Es viernes.

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