19 junio 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 19 de junio de 2008


María José y yo celebramos hoy que nuestra relación ha alcanzado la mayoría de edad. Parece que fue ayer cuando decidimos que este proyecto tenía futuro y han pasado ya 18 años desde aquel día de junio de 1990. En la cuneta quedan muchas experiencias compartidas, momentos dulces y penas suavizadas por el otro. Por suerte mi camino se cruzó con el suyo y, desde entonces, corren paralelos. El balance – cuando miras hacia atrás es imposible evitar hacerlo – no puede ser mejor.

Celebraciones aparte, la semana pasa como cualquier otra. El lunes, pocos minutos después de dejar el coche de alquiler – el mundo esta lleno de estos contrastes irónicos -, estábamos en nuestro Corsa enfrentándonos al duro examen que supone la ITV para él. ¡Sobresaliente! ¡Y sin pasar previamente por el taller!

Y desde entonces, poco más que trabajo, algo de tele al llegar a casa y lectura en los desplazamientos.

He acabado “Un mundo Sin Fin” de Ken Follett. La esperada cKen Follett. Un mundo sin fin
ontinuación de “Los Pilares de la tierra” no es más que un folletín bien escrito. Hace años, la lectura de “Los pilares de la tierra” me lo hizo pasar muy bien y, aunque el nuevo libro de Ken Follett me ha entretenido, no he tenido la sensación que tuve entonces de estar ante un gran libro. ¿Es esta una novela inferior? Seguramente no, pero en los años que espacian sus lecturas he evolucionado como lector y ahora no le pido lo mismo a un libro. Y no me entendáis mal, soy un fan de los best sellers... pero creo que un “metraje” de 1178 páginas los lastra en vez de darles lustre (salvo en contadas ocasiones).
No obstante creo que libros como “Un mundo sin fin”, con su falsa pátina de best seller con calidad literaria, son necesarios porque son los que ayudan a crear nuevas hornadas de lectores. Gracias a él llegaran nuevas lecturas, seguramente mejores.

Este mes, mi dosis de flamenco se ve satisfecha por dos grandes discos: “Río de los canasteros” de Diego Amador y “Rincón del pensamiento” de Guillermo Cano”.

Río de los Canasteros
Diego Amador


Diego Amador. Río de los Canasteros
Pianista – dice que es el instrumento con el que mejor se siente -, bajista, guitarrista y cantaor, el pequeño de los hermanos amador ha firmado un disco en el que el jazz y el flamenco se dan la mano. Me gustan especialmente “Río de los canasteros” - con la guitarra de Tomatito -, “Calle de las flores” - donde el bajo de Carles Benavent y Tino Di Geraldo a las tablas hacen diabluras –, “Mi flamenca” y “Suena mi guitarra” – un homenaje a Manzanita – interpretado por Diego al piano y cante.
Escucho “Al latin”, donde la guitarra de Raimundo Amador vuela , y no puedo evitar viajar hasta ese “Blues de la frontera” de los hermanos Amador, otro trabajo fronterizo que marcó una manera de entender el flamenco de la que este fabuloso “Río de los canasteros” es deudor. Tengo que recuperar los dos discos anteriores de Diego Amador.

Rincón del Pensamiento
Guillermo Cano


Guillermo Cano. Rincón del pensamiento
El otro disco flamenco, no por tradicional, es menos destacable. El debut de Guillermo Cano sorprende por su solidez y por la personalidad que atesora el cantaor. Su voz, limpia y afinada, se mueve con facilidad por cantes viejos recordándonos a los grandes cantaores del pasado en los que parece querer reflejarse. Pero Guillermo Cano es un cantaor de difícil clasificación y si bien algunos elementos lo acercan al pasado, su manera de cantar es propia. Mención aparte requiere “Levantera”, unos aires de levante tremendamente emotivos.

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