04 marzo 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 02 de marzo de 2008


Viernes. Mañana salimos pronto con destino a Castellón. Eli y Cesc vienen a casa para cuidar de Cass (y para malcriarla) durante todo el fin de semana.

Cenamos embutidos y quesos en la cocina (todo muy bueno, como se demostrará luego, demasiado bueno).

La noche resulta poco tranquila. El colchón en el que duermen Eli y Cesc (y Cass) se deshincha a media noche, el embutido se releva en mi estómago y me hace pasar una mala noche, Cass – sin cama debido a que Eli y Cesc han ocupado los sofás – se instala en nuestra cama tras dar miles de vueltas por la casa... el despertador es casi una bendición.

En el Euromed, en dos horas, llegamos a Castellón y empezamos el maratón gastronómico que definirá nuestro fin de semana. Re-desayunamos en casa de Pepe i Lidu (“cocs” buenísimos y “salchichas secas”) y después damos un largo paseo por el mascletá infantilcentro. Castellón está en fiestas. Majorettes (en serio), confetis en el suelo, petardos, bandas de música (con músicos vestidos de soldados napoleónicos), mascletá infantil (de los cohetes caen pequeños juguetes de plástico, Joana y Alejandro se hacen con algunos de ellos), calor primaveral, mucha gente por todas partes y, finalmente, la “mascletá”. Aunque no es mi primera “Magdalena” es la primera vez que asisto a una “mascletá” y, la verdad es que impresiona (sobretodo la vibración que notas en el pecho y en el suelo).

En el “Asador Casa Amadeo” (Segorbe, 73 Castellón Tel. 964 21 26 77) nos encontramos con Jose y seguimos comiendo. El menú de degustación es una el carajillo
animalada y los platos no dejan de llegar a nuestra mesa.
Hago una foto al carajillo de ron de José y la dedico a los amigos aficionados (algún día todos los carajillos serán así). Salgo casi rodando y, a duras penas, consigo llegar hasta la cama para regalarme una siesta monumental.
Por la noche seguimos con los paseos pero, pese a pasarnos por la Feria Alternativa donde hay muchas paradas en las que ofrecen comida, no tengo sitio para más después de la comida. No puedo resistirme pero a una buena cerveza artesana de trigo (muy buena).
gente vestida con el traje tradicional

Una de las principales diferencias con la fiesta mayor de Barcelona es la presencia de trajes tradicionales en la calle. Aquí es normal que la gente vista con el traje tradicional y en Barcelona sólo lo puedes encontrar encima de un escenario.

Domingo. Me despiertan a ritmo de petardos y, durante el resto del día, no pararé de escuchar explosiones. Desayunamos y salimos de nuevo a la calle para seguir comiendo en el Mesón de la tapa y la cerveza. Un tíquet (3 euros) da derecho a una cervecita y una tapa: Calamares, paella, habitas, tortillas, patatas bravas, croquetas de bacalao y de morcilla... un sombrero de paja nos salva de la insolación.
Al final se me tienen que llevar a la fuerza. Vuelta a casa, tele (vemos un programa de deportes extremos), siesta y tertulia.

Volvemos a casa muy cansados. Cuando llegamos Eli y Cesc ya se han ido y vemos que Cass no nos ha echado demasiado de menos.

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