15 enero 2008

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 13 de enero de 2008


Sábado. Junto a María José dedico el día a adecentar Graceland y, gracias a un ya necesario corte de pelo, a adecentarme. Comprar para la comida de mañana, ver series (he acabado con la estupenda “Band of Brothers” que me dejó Jordi P.), sestear, intentar limpiar las patas de la “Dirty Harry” (llenas de óxido), cocinar y jugar unas cuantas partidas con la máquina de marcianitos son otras de las actividades que me ocupan el tiempo del sábado.
Por la noche, y cuando parece que el día se acaba, salimos con destino a la Clínica Quirón para conocer a Nacho que nació el viernes por la noche.

Domingo. Hace tiempo que no cocinaba. Las excusas son muchas y ninguna lo suficientemente convincente. Hoy he preparado un plato que no requiere demasiado esfuerzo por mi parte (cordero al horno), pero la preparación de los ingredientes, el trabajo manual y la concentración que la cocina requiere me han atrapado de nuevo. No se si volveré a cocinar con regularidad (aquí vuelvo a poner las mismas excusas) pero ganas no faltan.

Con Olivia, Martina y Roberto celebramos un día de Reyes aplazado (este año por casualidad pero a partir de este año seguramente lo haremos con premeditación ya que permite afrontar la jornada con más calma). Tras la comida llegan los regalos y una tranquila sobremesa mientras Martina y Roberto se encargan de limpiar el suelo de Graceland con sus cuerpos.

Y, cuando se van, llegan las siestas y el día se acaba.

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