27 diciembre 2007

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 24 de diciembre de 2007

Como marca la tradición que, con los años, hemos adaptado a nuestro – en ocasiones extraño – ritmo laboral, los regalos se abren en Graceland horas antes de lo que es habitual en otras casas. Aunque después tengamos por delante una larga jornada laboral, aunque el paréntesis sea largo y no siempre agradable, es el principio de la celebración navideña. Un momento íntimo que disfrutamos y en el que ponemos mucha ilusión.

Después llega el trabajo con la mirada puesta en la cena de esta noche.

Cena en casa de mis padres. Ruido, gritos, discusiones, abrazos, besos... a la mesa somos 15. Shung Kiu – un amigo de Albert que viene desde Korea – no acaba de creerse lo que le ha tocado ver esta noche pero creo que se lo pasa bien.
A pesar de que hay un recuerdo para los abuelos que no están este año con nosotros, la alegría – como cada año – es sincera y me gusta mucho verlos a todos.

Tras la cena – que amenaza con provocar el primer empacho de estos días – llegan los regalos y la larguísima sobremesa. A las 4:00 de la madrugada, y después de pasear a Cass por el barrio, nos acostamos. El despertador no tardará en sonar.

Carlos Giménez. 36-39 Malos Tiempos
Uno de los regalos que he recibido es un cómic de Carlos Giménez que no conocía y que me ha encantado. “36-39 Malos Tiempos” es el primer volumen de una serie sobre la Guerra Civil Española. Como en el resto de sus libros, Giménez da la voz a los perdedores que, golpeados por uno u otro bando, siempre son los mismos. Una introducción de Antonio Martín nos acerca el cómic de Giménez a “Los desastres de la Guerra”, la serie de grabados de Goya que siempre me ha impresionado y el conjunto de relatos de “36-39 Malos Tiempos” tiene el mismo efecto, el mismo fondo antibélico. Como dice uno de sus personajes: “todas las guerras son terribles. Una vez en guerra la gente se vuelve salvaje... la violencia engendra violencia... me matan...¡ Pues yo mato! ¡Sangre por sangre! Es la locura de la guerra. La guerra nos convierte a todos en asesinos.”

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