02 septiembre 2006

“Yo no bailo ni llevo los pantalones estrechos, pero puedo tocar unas mil canciones”
Johnny Cash
(Desgraciadamente sólo puedo hacer mías las dos primeras afirmaciones)


DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 01 de septiembre de 2006


La semana – esta fatídica primera semana de trabajo – llega a su fin y junto a casa inauguran un restaurante japonés. Mariona, nuestra vecina desde hace un año, nos convence para probarlo. Es un kaiten sushi (uno de estos en los que los platos van circulando junto a las mesas y tu coges los que quieres) y no está mal. De todas maneras decidimos que, cuando le demos una segunda oportunidad, probaremos con la carta.
Tras la cena, que aprovechamos para conocernos un poco mejor, hacemos uno de esos descubrimientos que hay que compartir.
Desde que llegamos a Graceland hemos buscado – infructuosamente – un local donde poder alargar las cenas. El primer intento – un bar que se llama Morgan’s – fracasó terriblemente. Un día, paseando con Cass, vi una coctelería no demasiado lejos de casa. Estaba cerrada pero me dio buenas vibraciones y decidí probarla. Hasta ayer no pudimos acercarnos.
“Tirsa” (c/ de Rafael Campalans, 174 L’Hospitalet. Tel. 934312302) es una coctelería de las de toda la vida, con ese toque distintivo que cabalga entre la clase y lo rancio. El local es agradable – lleno de rincones y de cosas que mirar –, el servicio es muy atento y los cócteles estaban muy buenos. Ya tenemos bar.

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