02 agosto 2006

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 01 de agosto de 2006


Vacaciones, día 4

La rutina de vacaciones – bendita sea – se va estableciendo. Me levanto pronto, paseo con Cass, compro el periódico y lo leo mientras le voy tirando la pelota a Cass en el patio de Graceland.

Ha llegado agosto y “El País” no presenta todavía el paupérrimo aspecto que tradicionalmente ofrece por estas fechas. Si ha llegado, en cambio, “El País del verano”. Se echa de menos a Elvira Lindo y su “Tinto del verano”, la columna estival que mejores momentos me ha proporcionado. Hay nuevos colaboradores, columnas que prometen y otras que no me interesan tanto. Sorprende la coincidencia entre dos colaboradores tan dispares como Juanjo Sáez y José Martí Gómez (ambos – cada uno con su estilo – han hecho la misma columna). Lo mejor del día es esa excursión a su nostalgia que nos permite hacer Juan Marsé. También están a la altura Juan José Millás, Sergi Pàmies y Karmentxu Marín.. No disfruto tanto con dos de mis favoritos – Javier Sanpedro y Juan Carlos Ortega – que ofrecen un arranque flojo. En fin, mucha lectura, mucho buen escritor y tiempo para disfrutarlo.

Cuando María José se despierta desayunamos en el patio y vamos al Ikea. Recorrido completo y pocas compras (en el supermercado compro un par de guarradas de esas que los suecos llaman comida). Rematamos una mañana de centros comerciales en el Gran Vía 2 acabando de rellenar la nevera.

La nevera está a tope pero no apetece cocinar. El Sakuraya (c/aprestadora, 18 Hospitalet Tel. 934329021) y su menú de mediodía (por 10 euros por cabeza comemos muy bien) acuden en nuestro socorro.

Tarde de siestas, de leer, de escribir un poco y de jugar – en la máquina – al “Magical drop”. Establezco mi nuevo record al conseguir acabarlo con seis créditos. Debo seguir mejorando.

Hora de cenar. Cogemos el coche y nos alejamos de la ciudad para disfrutar de una relajante cena en el patio de verano de Yoli y Rafa. La temperatura es agradable y – con Lucas dormido y Cass agotada – recuperamos la tranquilidad que faltó en nuestra última cena. Esto son vacaciones.

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