07 diciembre 2005

“No existe, en el ara destinado a loar a los elegidos, un lugar para los desocupados. Mientras el resto de actividades humanas tienen algún tipo de reconocimiento social, no ocurre lo mismo con la ociosidad, que es sistemáticamente ignorada en el mejor de los casos”
Santiago García Quintana. “Idle life”. Buenos Aires 1955.


DIARIO DE UN OCIOSO
miércoles, 07 de diciembre de 2005


El lunes se apaga con un brillo inusual. Mañana es fiesta y la noche es nuestra. Me encuentro con María José en casa de Yoli y Rafa (a cuatro pasos de Graceland) y pedimos comida a un restaurante chino cercano.
Estamos todos cansados después de un largo día de trabajo pero la cena y la conversación nos sirven para alejar todo lo malo del día y para recordarnos que mañana será mejor.

Martes. Me levanto de mal humor y sólo un rato después (con la ayuda de un desayuno con María José y de “Harry Potter y el cáliz de fuego” en los Icaria – se echa de menos la mano de Cuadrón - ) el día empieza a remontar. Damos un paseo por el centro pero no nos atrevemos a acercarnos al mercadillo navideño de Santa Llucia.
Al volver a casa paramos en nuestro proveedor habitual de pollo a l’ast y nos hacemos con la comida. Descanso en casa - con visita de Rafa y Yoli – y trabajo con la postal llenan el resto del día.

Miércoles. Escucho a Sarah Vaughan y eso facilita mi tránsito por Levi Pants. Mañana vuelve a ser festivo, eso también ayuda.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Animo, la 7mana, pasará volando. Con días de fiesta intercalados es más llevadera...o no!

Una abraçada!