12 noviembre 2005

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 12 de noviembre de 2005


Ya ha oscurecido (demasiado pronto, demasiado frío... ya está aquí el invierno) pero el “Unforgettable moments of forgettable times” de “Siwel” aleja la oscuridad, los miedos y las bajas temperaturas (con la ayuda inestimable, hay que ser realista y abandonar la poética de taberna con la que he arrancado, de la calefacción de Graceland).
María José – repuesta del desgaste que supone una mañana de compras gracias a una siesta – juega a mi lado al solitario (spider).

Esta mañana nos hemos levantado y, como no teníamos pan, hemos ido a desayunar al centro comercial que hay cerca de casa. La decoración navideña empieza a amenazarnos desde escaparates y rincones. En pocos días estaremos en navidad – aunque falten mucho tiempo – y tendremos todo un mes por delante para ser buenos con nuestros semejantes y consumir compulsivamente.

En la tienda de discos no tienen entradas para el concierto de Rufus Wainwright de mañana, lo intentaremos en taquilla.

El azar nos lleva a la puerta del “Batik” (Valencia, 454. Tel. 932316015), un restaurante especializado en cocina tailandesa, indonesia y malaya. Hacemos un menú de degustación (15 Euros por cabeza) bueno pero algo escaso.

Vuelta a casa y tarde de lectura, de música (ahora es Rufus Wainwright el que pone la banda sonora a la tarde) y de tranquilidad mientras nos preparamos para una cena tardía en casa de Quim y Carol.

No hay comentarios: