01 agosto 2005

DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 01 de agosto de 2005


Vacaciones, día 15.
El inicio de las vacaciones de María José unido a un descenso en las actividades relacionadas con la venta del piso ha significado un poco de aire fresco, un respiro en la rutina en la que últimamente había caído.
Se agradece, las vacaciones ahora lo parecen mas. Hago un rápido repaso a estos últimos días en los que el ocio no me ha dejado tiempo para escribir este diario.

Viernes. Tras una mañana de trámites relacionados con el piso por fin estamos los dos de vacaciones. Hay que aprovechar. Subimos a Alella, cogemos el coche prestado y con él nos metemos en el parking de un gran centro comercial que está cercano a Graceland. Nuestra misión es comprar una mesa de jardín (la más económica que encontremos) donde poder hacer la primera cena en casa. Los pasillos del centro comercial – como dice Jordi P. – son clavaditos a los de las mas lujosas estaciones del metro de Moscú. Conseguimos llegar al supermercado, cargamos cervezas y otras bebidas, cargamos la mesa, cargamos seis sillas y volamos hacia la salida. Nuestro primer encuentro con el centro comercial se ha saldado, una vez superados los miedos iniciales, sin bajas.
Cenamos por primera vez en casa, nos acompañan Jordi R. y Nuria. En el patio se está bien, espero que sea la primera de muchas.

Sábado. Nos levantamos pronto y bajamos con la moto hasta el Club. Estamos un rato al sol pero al final tenemos que correr para refugiarnos de la intensa lluvia que desaloja media playa. El esfuerzo nos ha dejado exhaustos, nos regalamos una larga siesta.
Por la tarde, y tras un paseo por el barrio buscando un bus que nos acerque a Graceland, acabamos cogiendo un Taxi. Cena con José María y Mónica en el “Restaurante Hanoi” (plaça Dr. Letamendi, 27 Tel. 934515686). Seguimos con un par de copas en un bar cercano.

Domingo. Tras nuestra sesión de Club (hoy sin lluvia) leemos el periódico en un chiringuito de la playa. Música (muy agradable pero un poco fuerte) y un espacio cuidado nos alejan de aquellos chiringuitos de mayonesa asesina de hace unos años. Como el chiringuito está junto al club volveremos seguro otro día. Vuelta a casa y siestas.
Por la tarde nos acercamos a los Icaria. Vemos “La guerra de los mundos” (los efectos especiales son muy buenos... pero cuando lo primero que destacas de una película es eso... malo). Volvemos a casa caminando, ha refrescado y pasear mientras oscurece es una gozada. Mis días empiezan a parecer vacaciones.

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