11 junio 2005

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 11 de junio de 2005


Viernes. El sol se pone y la penumbra cae sobre la ciudad satélite. La puerta de Levi Pants se abre y por ella salen los últimos esforzados galeotes que – tras una semana de entrega y sacrificio – recuperan, sólo por unas horas, su ansiada libertad.

Con el metro regreso a la ciudad y me encuentro con María José, Lidu y Pepe en el “Ugarit Born”. Desde que los padres de María José se han jubilado nos vemos poco porque no paran. La cena – deliciosa – vuelve a ser interrumpida por una bailarina de la danza del vientre que nos impide hablar durante un rato.

En la terraza de “The Black Horse” nos encontramos con Víctor y Laura y hacemos un par de cervezas.

Sábado. Recibo un mensaje de Pablo (desde Tailandia) en el que – en un ataque de nostalgia - hace suyo aquello de “cualquier tiempo pasado fue mejor”. Intento rebatirle pero al cabo de un rato me encuentro sacándole el polvo a los vinilos. Suenan el primero de “la banda trapera del rio”, el primero de “los ronaldos”, el primero de “The Pantano Boas” y el fantástico “Entresemana” de Le Mans.

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