25 mayo 2005

“...Aunque seguir escribiendo se hace pesado, debería encontrar la energía para referirme, también a las contribuciones de J.B. Priestley sobre el tema. El autor de “El tiempo y los Conway” dedicó un ensayo de título explícito a la cuestión: “Sobre no hacer nada”. Evoca allí recuerdos de juventud, cuándo con un amigo pasaban horas tendidos en un yermo, mirando al cielo, con sus mentes en un estado de vacío inmaculado, ocupados sólidamente en no hacer nada. Aquello les hacía sentirse como dioses instalados en una antecámara, desnuda y limpia , del mismo cielo.”
Miguel Berga. Sobre no hacer nada. Cultura/s de La Vanguardia 123


DIARIO DE UN OCIOSO
miércoles, 25 de mayo de 2005


“Tengui”, “tengui”, “tengui”... los días se repiten uno tras otro como los cromos que – hace ya muchos años – cambiábamos en el patio del colegio. La mitad del día lo ocupan tramites relacionados con la venta del piso o con la compra del nuevo piso. La otra mitad queda en las ávidas manos de Levi Pants.
Tanto María José como yo llegamos cansados al final del día y empezamos a querer que este tránsito se acelere y podamos instalarnos en Graceland. El apoyo del otro está siendo imprescindible en estos largos días en los que los problemas y los imprevistos surgen uno tras otro.

Mi tiempo de ocio se ve limitado a un poco de lectura aprovechando los viajes a la ciudad vecina (he acabado el agridulce “Una palabra tuya” de Elvira Lindo), a unas cuantas series con María José (“CSI”, “Nip – tuc”, “Sin rastro”...) y a algunas partidas al “Heroes of might and magic III” que misteriosamente ha vuelto a instalarse en el ordenador.

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