10 febrero 2005

DIARIO DE UN OCIOSO
Jueves, 10 de febrero de 2005


Ayer, tras más de un mes de lectura fraccionada, acabé “Las hermanas Zinn”. Pese a que no la he leído de un tirón (sus 970 páginas no facilitan la tarea), me ha encantado.
Me levanto pronto y, tras desayunar con María José, me voy a rehabilitación. Salgo pronto y tengo por delante muchas horas antes de que el señor Levy vuelva a ser el amo de mi tiempo.
Me paro en un bar y me siento en una mesa, junto a la ventana, iluminada por el sol. Empiezo a leer “el curioso incidente del perro a medianoche” de Mark Haddon. Mi nuevo héroe literario se llama Christopher Boone, tiene 15 años y es capaz de recitar los números primos hasta el 7507. Devoro, de un tirón, la mitad del libro.
El resto de la mañana lo ocupo en visitas a tiendas de cómics y – ya en casa- frente al ordenador.

LAS HERMANAS ZINN
Joyce Carol Oates

La historia de una familia, los grandes inventos de finales del XIX, un rapto desde un globo, un buhonero yanqui que morirá embreado y emplumado, la vida social de Filadelfia, un homenaje hecho con humor y respeto a Louisa May Alcott y a su “Mujercitas”, la búsqueda del movimiento perpetuo, el salvaje oeste, los libros de etiqueta, Mark Twain, la silla eléctrica, los viajes en el tiempo, el “star system” teatral, raptos, muertes, nacimientos, historias de amor, leyendas, el mundo de los espíritus...
La riqueza de “Las hermanas Zinn” está en todo lo que cuenta y en como lo cuenta su autora. Joyce Carol Oates consigue, con fina ironía, un rico retrato de las últimas décadas del XIX . Unas décadas marcadas por el cambio, por el enfrentamiento entre el progreso y la confianza en la tradición, por el despegue de una nación marcada por el destino para liberar el mundo.
De nuevo me ha sorprendido la capacidad que tiene la autora americana para cambiar de registro, para adaptarse a distintas maneras de escribir. Un libro fantástico para disfrutar con tiempo.

No hay comentarios: