DIARIO DE UN OCIOSO
Lunes, 20 de diciembre de 2004
Después de un domingo ocupado por varias perezas domésticas vuelve el tedio de la rutina laboral.
Poco a poco las felicitaciones que llegan por correo van ocupando su lugar en el árbol. La cercanía de la navidad – con su promesa de reuniones familiares, besos y abrazos – endulza mis, de otra manera difícilmente soportables, horas de trabajo.
Hace mucho frío.
21 diciembre 2004
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