28 diciembre 2004

DIARIO DE UN OCIOSO
Domingo, 26 de diciembre de 2004


Y como cada año por estas fechas llega el día del tradicional “Mar y muntanya”.
Nos levantamos tarde y nos ponemos en marcha con pereza. Pese a todo llegamos los primeros a casa de mis padres. Somos 13 los afortunados que disfrutaremos del delicioso plato. De primero – no hay que abusar- ensaladas (todas buenas pero, no nos engañemos, siempre serán un triste preámbulo de lo que ha de llegar). Finalmente llega el plato y, como siempre y lejos de decepcionar, vuelve a sorprendernos con su riqueza de sabores y texturas.
Y tras la comida, una larga sobremesa salpicada de risas y de fotos antiguas y nuevas pone fin a la jornada. En casa sólo conseguimos, una vez más, deambular como muertos vivientes después de zamparse media ciudad.

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