15 septiembre 2004

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 14 de septiembre de 2004


El ritual de la cotidianidad sigue absorbiéndome con su repetitiva cadencia. Los días se suceden - por suerte a gran velocidad - como fotocopias borrosas de un día anterior falto de nitidez. Sigo sin un horario laboral fijo, hecho que condiciona, desde hace ya poco más de un mes, mi acceso al deseado tiempo de ocio. En mi historial como ocioso será difícil justificar este largo periodo de inactividad en el que actualmente estoy sumergido contra mi voluntad.
Una cena con un amigo puede ayudarme a sobrellevar con más facilidad mi travesía del desierto. Me encuentro con Jordi P. en un “Black Horse” tomado por una multitud dispuesta a disfrutar del partido de esta noche entre el Celtic y el Barça. Pero hemos decidido renunciar al que será un partidazo a cambio de un plato de lentejas. Por arte de magia, las lentejas se transforman en embutidos y quesos en “La Tinaja”.
Hablamos mucho, como siempre, de lo mal que está el sector de la confección de pantalones. Pero también nos queda tiempo para olvidarnos de nuestro triste oficio de sastres remendones y ocuparnos de temas más importantes (la vida, las ilusiones, el último disco que nos hemos comprado...) mientras nuestro organismo se esfuerza por asimilar la mucha cerveza que deglutimos en nuestro posterior peregrinar por alguno de los locales habituales.
Con promesas de una pronta repetición decidimos dejarlo a una hora prudencial y antes de que la fatídica “la que sobra” haga su ya legendaria aparición.

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