04 agosto 2004

DIARIO DE UN OCIOSO
Martes, 3 de agosto de 2004


El ritmo desenfrenado que ha tomado mi vida durante estos últimos días espacia mis escritos y hace que, muchos de ellos, lleguen con un considerable retraso. Consagro los días laborables a Levy Pants y me lanzo de cabeza en la dorada piscina del ocio durante los fines de semana.No obstante, en el lento y gris transcurrir de los días de labor, queda espacio para pequeñas cosas que llenan de luz mi día: los desayunos y las largas conversaciones con María José, los viajes de ida y vuelta – convenientemente refrigerados - a la ciudad vecina con buena lectura (he acabado “El club de la buena estrella” de Amy Tan, me ha gustado mucho), una cena con Víctor y Laura en el “Murivechi” con copas en la terracita del Black Horse...

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