08 julio 2004

IARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 7 de julio de 2004


Nos levantamos con el tiempo justo para ver el primer encierro de las fiestas de San Fermín de este año. Los toros de Torrestrella, normalmente problemáticos, ofrecen un encierro limpio pese a la lluvia que ha dejado las calles resbaladizas.
Ayer los meteorólogos de televisión anunciaban tormentas terribles y en la radio hoy prometen que el tema será peor de lo esperado. Como no quiero convertirme en el protagonista de la versión española de “El día de mañana” me quedo en casa para “fer dissabte” (limpieza a fondo de la casa). Cuando acabo – sudado pese a que en la calle las temperaturas deben ser glaciales – descubro que los meteorólogos han jugado con cartas marcadas y que hace un sol de justicia.
Es tarde y mi rutina mañanera ha sido desmontada. Pese a todo decido bajar al club y nadar un rato. Me seco al sol pero aguanto poco rato ya que el sol – pasado el mediodía – pica demasiado para mi blanca piel.
Miro mi cartera e invierto la mitad de mi capital en literatura (por un euro compro “Breviario de idiotas” de un tal Ermanno Cavazzoni). El cincuenta por ciento restante de líquido disponible es invertido en la compra de La Vanguardia.
Con la cartera vacía dejo que María José me invite a cenar. La pizza en “La Gavina” (c/ Ros de Olano 17, Tel. 934157450) está deliciosa.
Vuelta a casa y a dormir.

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