18 julio 2004

DIARIO DE UN OCIOSO
Sábado, 17 de julio de 2004
 
 Viernes. Llevo ya 24 horas sin teléfono cortesía de Telefónica que me anuncia que – como no soy un cliente preferente – pueden tardar otras 24 horas (al final serán más) en solucionar la avería.
Voy al servicio técnico de Sony que, tras el pago de una abultadísima factura,  me entrega un equipo presuntamente despojado de los problemas por los que lo dejé en sus manos. A los diez minutos de ponerlo en marcha descubriré que el lunes tengo que volver a cargar con él (es bastante pesado) para ir al servicio técnico a reclamar (otros quince días, otro viaje hasta el servicio técnico...).
Sigo constipado, un pulpo atenaza mi nariz y mi garganta.
Sólo me salva de la mala leche que me entra al enumerar todas estas adversidades una cena agradable en casa de mis padres con María José.
 
Sábado. Nos levantamos tarde y pasamos la primera parte de la mañana leyendo en casa. Por fin, tras algo más de 48 horas incomunicado, recupero la línea telefónica.
Salimos a comprar regalos y nos regalamos una comida en el Hanin. Entre otras delicias, me pongo ciego de Kimchi.
De nuevo en casa. El Tour y la larga etapa pirenaica de hoy sirven de arrullo para nuestra siesta. Después leo “El Club Dante” que me está encantando.
Por la noche vamos a casa de Jordi P. Celebramos el cumpleaños de Jordi, el de Emma y que pronto se irán a vivir juntos. Jesús y Natalia han llegado poco antes que nosotros y pronto llegarán los demás: David, Iola, Quim, Carol, Mireia, Laura y Alex “el niño”.
Emma y Jordi nos han preparado una cena sensacional. Para aliñar los berberechos del aperitivo me veo obligado a robarle un limón al limonero de la vecina (espero que si lee esto algún día me sepa perdonar).La sobremesa se alarga con los regalos y, pese a que me lo estoy pasando muy bien, soy el primero en caer. El cansancio acumulado durante la semana, unido supongo a la medicación que estoy tomando para el resfriado (hábilmente mezclada con cerveza), pasa factura y empiezo a dormirme. Somos los primeros en abandonar. Ha sido una gran fiesta.

No hay comentarios: