10 junio 2004

“No se le da, en nuestra sociedad, la importancia que el ocio merece. La mayoría de celebraciones están relacionadas con el trabajo. Son muy pocas las relacionadas con el tiempo libre y su uso”
Santiago García Quintana. Pequeña Historia del Ocio. Buenos Aires 1958


DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 9 de junio de 2004


El calor y el dolor que siento en el hombro me está aplatanando. Mi vida activa va perdiendo terreno ante la, cada vez más importante, vida vegetativa que estoy desarrollando. Desayuno con María José y trabajo un rato durante la mañana.
Cuando María José se va a trabajar repaso la agenda del día y me asusto:
Obligaciones.................................................. 2
Actos lúdicos programados........................... 0

Venzo mi pereza y salgo de casa dispuesto a cumplir con mi destino.
Me encuentro con mi madre en la Ronda y, juntos, iniciamos un pequeño maratón por las tiendas de informática de la zona en busca de una impresora. La encontramos.
Cojo el bus y, en la otra punta de Barcelona, llego pronto a mi visita médica. El médico se mira mis análisis y me dice que estoy bien (aunque todo es mejorable).
Cena tempranera con María José en “La dolça Herminia” y vuelta a casa.
El libro de Dave Eggers me está gustando mucho.

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