03 junio 2004

DIARIO DE UN OCIOSO
Miércoles, 2 de junio de 2004


Me levanto pronto y, sin desayunar por prescripción médica, voy a hacerme un análisis en compañía de María José. La banderillera que me ha tocado en suerte (cada vez estoy más seguro que ese es su verdadero oficio) ataca primero el brazo izquierdo y, tras un rato de pinchazos poco productivos, decide atacar también el brazo sano. Salgo tambaleándome pero vivo y muy hambriento. Vuelta a casa y desayuno.
He quedado con Jordi R. para ir al concierto de Marc Parrot, yo me encargo de comprar las entradas. Para cumplir con mi obligación del día me acerco al Fnac y compro las entradas. Lo lógico sería volver a casa, pero una voz que resuena en el interior de mi cabeza me obliga a subir a la segunda planta y a consumir de forma compulsiva. Tras un rato de gozosa búsqueda compro un par de libros de autores noveles: “El club Dante” de Matthew Pearl y “Ahora sabréis lo que es correr” de Dave Eggers. Vuelta a casa para dejar el botín.
Me encuentro con Jordi en la terraza de un bar cerca de Bikini. Cenamos un bocata y vamos al tempranero concierto.
la entrada Después de tres largos años de ausencia de los escenarios barceloneses Marc Parrot aterrizó ayer en un Bikini lleno de incondicionales para presentar los temas de su nuevo disco. Parrot, olvidada definitivamente su doble personalidad, es un alquimista del buen pop. Ayer, respaldado por cuatro excelentes músicos, presentó sus nuevos temas en un concierto impecable. Es poco habitual ver a una banda española tan bien engrasada- un directo tan redondo en el que todo funciona como debe funcionar- y se agradece. Me lo paso genial.
El precio de las cervezas (4’50 Euros) y la idiotez de los responsables del local (sirven la cerveza en un puto vaso de plástico) nos ha dejado sedientos. Bajamos al Born para comentar el concierto y levantar un poco de cristal. “Octubre”, “Borneo” y, finalmente, “El Granuja” colman nuestra necesidad de ejercicio por hoy.

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