01 mayo 2004

DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 30 de abril de 2004


Hoy tenemos cena en casa y, como a la mesa seremos nueve, hay muchas que preparar. Manos a la obra en la cocina. Por la tarde María José se apunta y, entre los dos, conseguimos tenerlo todo a tiempo. Poco a poco van llegando todos: Lluís, Neus, Lidu (la hermana de María José que ha venido de Castellón a pasar el fin de semana), Juan Andrés, Carmen, Rosa y Carlos. Recuperar fragmentos de una infancia feliz con los amigos que colaboraron a que así fuera no tiene precio (como diría el anuncio de una conocida tarjeta de crédito). Hoy la que hace el ejercicio de memoria es María José y disfruta de todos y cada uno de los momentos que el reencuentro le proporciona.
La noche se llena de historias y leyendas. Historias de muertos en el depósito de agua, de patas de madera sin piratas, de días de sol y de largas noches de descubrimientos. A las 2 nos levantamos de la mesa y, aunque alguien propone continuar, estoy demasiado cansado para apuntarme.
María José se va con Lidu. Han decidido pasar el fin de semana “de hermanas” y dormirán en un hotel. Tengo la casa (bastante sucia y desordenada) para mi solo.

No hay comentarios: