08 febrero 2004

“Eres un ocioso, un sonámbulo, una ostra. Eres la literatura misma, la encarnas esta tarde en esta terraza. Y te sientes orgulloso de tu nueva vida.”
Enrique Vila-Matas. El mal de Montano. Barcelona, 2002.


DIARIO DE UN OCIOSO
Viernes, 6 de febrero de 2004


Me despierto, la siesta ha sido reparadora. Estamos en S’Agaro y muy atrás quedan ya Barcelona y la habitual carrera de obstáculos que nos ha traído hasta aquí. En el apartamento nos reciben un montón de cajas preparadas para la mudanza, por obras, que nos espera durante este y el siguiente fin de semana. En el patio, los almendros en flor traen promesas de días más largos y temperaturas mejores. Parece que hay poca gente y estaremos tranquilos, justo como más me gusta.
Llamamos a Jordi R – que está en Palamós preparando una cena para celebrar mañana su cumpleaños - y quedamos para cenar en Sant Feliu. Cena en El Dorado Mar, junto al mar y con la bahía de Sant Feliu sumergida en la niebla como escenario. Después de la cena (abundante y deliciosa) hacemos una cerveza en El Canari. Música hardcore a toda pastilla en la fiesta de cumpleaños del dueño del local. Amigos del dueño y freakis variados componen la clientela. Una cerveza y nos retiramos. El día ha sido muy largo y nos veremos mañana.

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